No hay un punto final para las maquinas de Formosa,
aunque muchas estén cubiertas de polvo y telarañas, con olor a fantasmas olvidados, junto al silencio de las cosas como ficheros, cartas, documentos, carpetas, folios, sobres, almanaque, tarjetas postales, papeles amarillentos, pisa papel, tinta y plumín,libros apilados y cajas de expedientes olvidados.
La mañana se adelanta con una brisa caliente y el viento norte aplacaba los estados de ánimos, se abren las puertas y el pasillo se vuelve angosto y asfixiante, se levanta la persiana y se corren las cortinas para iluminar la sala que parecía mucho tiempo abandonada.
Una voz aguda y potente pone orden en el estrado, juez y abogados, secretarios y martillero fueron convocados.
Se oye un golpe de martillo: !Pun! y esa vos lacerante que repetía ! CULPABLE!! Seguida de miradas confusas y entrecruzadas intentando comprender la situación del momento.
Al rato otro golpe de martillo:! Pun! otra ves la misma vos electrizante que repetía !INOCENTE! Detrás llegaron una sonrisa calmada y suspiros aliviados del alma.
Mientras seguían las voces agitando sus alas, "ella" seguía estando en el mismo lugar, siempre fiel, siempre noble a toda causa,
" Ella" con su vestido de metal y su maquillaje de tinta, siempre fue y sigue siendo una práctica y eficaz asistente, transcribiendo innumerables casos en comisarias y jugados, en registro civil de los barrios lejanos, en algunas oficinas y quizás en algún negocio.
cloc cloc cloc cloc ... raaaaaaf...
cloc cloc cloc cloc... raaaaaaf...
cloc cloc cloc cloc ... raaaaaaf ...
Hay grito de alerta y de impotencia entre todas las máquinas de escribir del siglo pasado. Entonces al fin puedo comprender, porque mi máquina perdura y resiste en éste proceso de cambio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario