martes, 23 de septiembre de 2014

UN LUGAR PARA VOLVER

Movida por una incontrolable voluntad me dispuse a retomar ese camino que me llevaria a lejanas tierras de montes, lagunas y esteros, un lugar donde nos envolvia la magia de la naturaleza,donde nos sorprendiamos y admirabamos, un lugar donde podiamos 
 soñar, reir, observar y registrar cada momento para guardarlos en la memoria del corazòn.
Hoy palpita con fuerza la memoria del corazòn y tengo la necesidad de volver a ese lugar donde deje tanto de mi y fue tanto lo que me llevè, que espere hasta la ultima brisa para sentirla por ultima vez mientras me alejaba definitivamente a transitar otros caminos por la vida que decidì transitar.
Hoy necesito volver a respirar esa atmosfera verdosa y fresca,ver el sauce mecerse a la orilla de la laguna,poder oler la fragancia que desparrama la flor del aromito, escuchar el canto de la paloma, el chochi en su triste canto, las ranas y los sapos enamorandose con la luz de la luna, escuchar los grillos perdidos en los arbustos y ver volar a las luciernagas perdiendose en el monte.
Fue tanto lo que me lleve de mi amada naturaleza y fue tanto, tanto lo que deje que hoy en el umbral de mi ocaso, la nostalgia de tantos recuerdos me piden volver, y si, volver a ese lugar magico, encantado, libre de maldad y egoismo, libre de mesquindad y abaricia, ese lugar de paz, de alegria, amor, felicidad, ese lugar donde aprendi a sorprenderme y a admirar, ese lugar donde creci y aprendi a querer, a respetar, a valorar, ese lugar que forma parte de mi y yo formo parte de èl.
Es justamente en ese lugar donde quiero volver, solo una vez, solo esta vez para recordar mi juventud y mi niñez.
Ese lugar donde habitaban las cigarras,
donde florecian el mburucuya y sus frutos eran dulces y sabrosos.
Ese lugar donde crecian la caña de azucar para fabricar la miel de caña y tomar el mosto con pan.
Ese lugar donde cantaban alrededor de la fogata para celebrar la miel del panal.
Ese lugar donde juntabamos margaritas en un canastito de mimbre y saltabamos por el aire, como gacelas, para atrapar las florecillas de dientes de leon.
Ese lugar con olor a tierra humeda, a barro, musgos, pasto fresco y seco, a raices y semillas.
Ese lugar de esteros, totoras, camalotes, llanten y otras plantas flotantes.
Ese lugar de espesas arboledas, de tantos frutos cìtricos, de dulcísimo mangos y de grandes y sabrosas guayabas, de cocos y pindó de talas y guapoo , del cedron y el burrito, de la malba y  rosa mosqueta.
Ese lugar donde se hacian adobes seguido de la quema para que  esten listos los ladrillos!
Ese lugar donde se preparaba la arcilla para darle la forma de diversos cacharros y anforas sobre un torno a pedal con la magia del alfarero, esa magia de darle mil formas a ese pedacito de barro con las manos y haciendo girar la rueda del torno con sus pies, en un equilibrio y armonia que daba gusto ver!!
Hoy en ese lugar yo quiero estar, para volver a sentirla por ultima vez!! 


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