Cada rincòn de mi barrio huele a nostalgia de barro, de aserrìn y viruta, huele a los tonos verdosos de sus huertas y de sus quintas, huele a flor de mango y de frutos que parecen pepitas de oro iluminando el lugar, huele a jazmín y rosal, huele a naranjo y guayaba, huele a coco y palmeras, huele a la flor de camalote y de maburucuyà.
Como olvidar los recuerdos vividos, recorriendo el monte para traer la flor de la totora y regalarle a la maestra Hilda Bonnet, como olvidar aquellas siestas de verano y en esas rápidas escapadas hasta la laguna de los indios.
Como olvidar la escuela donde asistí,la escuela Pabla Albarracìn, la capilla y su cancha un lugar de convivencia y esperanza siempre con profunda fe.
Como olvidar esa inmensa alegría despreocupada jugando carnaval,esos preparativos de comparsas, mucho brillo y disfraces!
Como olvidar nuestra danza folcklorica, el gato y el escondido, la chacarera y el infaltable malambo.
Como olvidar, el cierre de cada festival con la danza paraguaya, el baile de la galopera y el pájaro campana.
Como olvidar tantas vivencias compartidas en la niñez y juventud, y esas noches maravillosas de serenatas que guardo en el corazón.
Como olvidarte mi Lote 4, mi barrio de verdes aromas que perfuman mis recuerdos de tierra, que tanto amo!
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