la soledad del pueblo.
Dos chispas extrañas
se divisaban en la penumbra.
Pude ver un gato renegrido,
frío como el mármol.
El infinito
conjugaba un ritual
de conjuros y hechizos,
Las nubes agrisadas,
la luna y su marfil
copulaban en el universo.
¿Acaso la noche es magia o misterio?
O materia oscura que nos anima?
¿Acaso el fantasma del tiempo
esconde el terror de las sombras
entre tejados y cornisas?
¿Acaso los grillos afinan sus instrumentos
para cantarle al viento?
¿Acaso las luciérnagas
agotan sus baterías, dejando sin luz
la ciudad perdida?
La noche no tiene alma
la noche no tiene dueño,
ella te atrapa vestida de negro...
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