domingo, 31 de agosto de 2014

LAS HUELLAS DE LOS RECUERDOS

LAS HUELLAS DE LOS RECUERDOS.

Toda huella en el camino va marcando una historia en los recuerdos del corazón para arrancarnos un llanto sincero y una  risa del alma.
Recuerdo cada huella que fue marcando los caminos de mi niñez, en tantos juegos compartidos,  los helados de palito de agua, tan dulce, tan sabrosa que se nos hacía agua en la boca al comenzar la primavera y el largo verano, cuantas corridas por las veredas del barrio tirando globitos con agua en épocas de carnavales.
Todos los domingos íbamos a misa y al salir de la capilla, estaba la camioneta con su parlante anunciando:  -- ¡Ya llegó la chipa paraguayita bien calentita! De regreso a nuestra casa con una alegría fresca, cortábamos las margaritas que crecían a la vera de los caminos.
En la siesta mientras mis padres descansaban yo me perdía en el monte para juntar las frutas del mburucuyá y con sus flores mi cabello adornar.
Ahora me detengo a recordar a pequeños y grandes amigos de corazones sinceros, como olvidarme de quienes fueron mis mejores y buenos compañeros, mis vecinos y conocidos del barrio.
Y cuántas huellas dejaron mis primos y mis hermanos, en un abrazo sincero  y con cuánta ternura pronunciaban un  te quiero. ¡Cuántos soles compartidos! ¡Cuántas lluvias nos empaparon! ¡Cuántos arco iris nos atrapó con sus colores! ¡Cuántas noches de luna y cuantas estrellas contando en el cielo! Todo pasa y todo queda,
son las huellas de los recuerdos que guardo en el corazón...


UNA MIRADA EN EL TIEMPO

Todos tenemos esos momentos en que nos sentimos abrumados por la nostalgia de los recuerdos vividos en la niñez, esa añoranza que se refleja en los espejos del tiempo para volver a ser niño otra vez.

EN EL ANDÉN DE LOS SUEÑOS

Hay esos días en que me dejo llevar por el andén de los sueños, y por qué no decirlo, son aquellos sueños de la niñez que mantiene viva el alma!
Son sueños de molinetes, echo de papel, revistas o diarios sujetados con palillos de la planta del mandiyurá, listo para verlo girar con la fuerza alborotada del viento norte.
Sueños de barriletes, echo con bolsitas de pan o papel de almacén con el armazón de palillo de tacuara, los barbijos bien equilibrados y con una cola bien larga esperando con impaciencia y esas ansias de hacerlo volar alto,  muy alto,tan alto como volaban los super héroes!
Sueños en dónde nos sentíamos capitán, navegando en un barquito de papel sin miedo a naufragar!
Sueños de un gran piloto,seguro y con el coraje de enfrentar los desafíos en el aire, piloteando su  avión de papel, entre nubes y turbulencias!
Y siguiendo por éste andén  , no podían faltar esos guerreros indestructibles que habitaron estas tierras, con su arco echo de charca y elástico, sus lanzas, echas de palillos de totoras!
Hay esos días en que me dejo llevar por el andén de 
los sueños, son esos sueños que nos mantiene viva el alma!!